HABILIDADES BÁSICAS DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
FASE 1
Definición
y formulación del problema
Es fundamental definir y formular bien un
problema, ya que en caso contrario no se encontrarán soluciones adecuadas o
bien estas serán parciales o, peor aún, complicarán más el problema. Los
objetivos de esta fase son:
- Recogida de información. Hay que recoger toda la información pertinente al problema. Preguntas útiles son: ¿Quién está implicado?, ¿qué sucede o qué no sucede que molesta?, ¿con qué frecuencia, duración y/o intensidad sucede?, etc.
- Comprensión del problema. Paralelamente a la recogida la información, se intenta organizar esta para comprender la naturaleza del problema y explicar por qué se mantiene. Se trata de especificar: a) las condiciones actuales, ambientales o personales, que son inaceptables, b) los cambios deseados y c) los obstáculos ambientales o personales que se oponen a una respuesta eficaz.
- Establecimiento de meta/s. Se trata de establecer la/s meta/s que se quiere conseguir. Hay que hacerlo en términos específicos y concretos. Las metas pueden centrarse en: a) cambiar la situación problemática, b) superar un obstáculo para lograr dicho cambio, c) adaptarse a la situación problemática, d) superar un obstáculo para lograr dicha adaptación, y e) alguna combinación de las anteriores.
- Reevaluación del problema. Una vez que se ha definido bien el problema, se está en condiciones de reevaluar su significado o importancia de forma más precisa, en caso necesario. Para ello, hay que considerar los beneficios y costos que tendrá resolver el problema en oposición a no resolverlo.
FASE 2
Generación de soluciones alternativas
Una vez definido y formulado el problema,
se trata de generar posibles soluciones al mismo. Dos consejos importantes para
lograr una generación más eficaz y creativa de posibles soluciones son no
depender totalmente de viejos hábitos y no limitarse a las ideas
convencionales. Las fuertes emociones negativas también son un obstáculo para
generar soluciones eficaces. (Grau, 2014)
Se verán distintos
principios importantes a la hora de generar alternativas.
- Especificidad. Hay que describir las soluciones en términos específicos. De esta forma, se facilita la toma de decisión posterior y podrá disponerse de más posibles soluciones.\
- Lluvia de ideas. Para lograr un mayor número y creatividad de posibles soluciones, conviene seguir los siguientes principios: Cantidad. Hay que pensar en tantas soluciones como sea posible, no hay que limitarse a soluciones convencionales o que hayan funcionado bien en el pasado. La crítica queda diferida. hay que dejar volar la imaginación e intentar conseguir un gran número de ideas originales sin pensar en si serán apropiadas o factibles. Variedad. Se trata de lograr la mayor variedad posible de tipos de soluciones. Para ello, conviene escribir todas las soluciones y clasificarlas según el tipo de estrategia o aproximación que representan para resolver el problema.
- Aumento de la cantidad y variedad de las soluciones. Una vez que se tenga una lista de soluciones siguiendo los principios enumerados arriba, puede aumentarse la cantidad y calidad de las mismas mediante los siguientes procedimientos: Modificaciones. Examinar la lista de soluciones y considerar qué cambios y adiciones pueden hacerse para mejorar las soluciones existentes o generar nuevas soluciones. Combinaciones. Examinar la lista de soluciones y considerar cómo se pueden combinar soluciones individuales para producir nuevas soluciones. Imaginación. Imaginarse a sí mismo afrontando la situación problemática y alcanzando la meta.
- Búsqueda de ayuda en caso necesario. Con problemas graves o difíciles puede ser necesario buscar información o ayuda sobre las posibles soluciones acudiendo a libros, expertos o profesionales.
FASE 3
Toma de decisión
Una vez generado
un número suficiente de posibles soluciones, se trata de ver cuál o cuáles de
ellas son las más adecuadas para lograr la meta propuesta, al tiempo que se
maximizan los beneficios significativos y se reducen los costes. (Grau, 2014)
Los pasos a seguir
son los siguientes:
- Criba preliminar. Tras examinar la lista de soluciones, se eliminan: a) aquellas cuya realización conlleva consecuencias negativas inaceptables, y b) aquellas que no sean factibles, ya sea por falta de habilidad, falta de recursos u otros obstáculos.
- Anticipación de los resultados de las soluciones. Se trata de escribir las principales consecuencias significativas que es probable que tenga cada solución, ya que esto facilitará su evaluación posterior. Deben considerarse los siguientes tipos de consecuencias: Positivas (beneficios, ganancias) y negativas (costos, pérdidas). A corto y a largo plazo y Personales y sociales.
- Evaluación de las soluciones. Se trata de juzgar y comparar las distintas soluciones alternativas. Una forma sería ponderar cada una de las consecuencias positivas (ventajas) y negativas (inconvenientes) esperadas de cada solución.
- Elección de un plan de solución. Si no hay solución satisfactoria, puede descansarse cierto tiempo y volver posteriormente sobre el problema para ver si surgen ideas nuevas. Si se piensa que hay una solución satisfactoria, se pasa a elaborar un plan de solución que resuelva el problema satisfactoriamente al mismo tiempo que maximice el bienestar emocional, minimice el tiempo y esfuerzo requeridos y maximice la razón beneficios/costos.
- Elaboración de un plan de acción. Una vez elegido el plan de solución, el paso final es establecer cómo será ejecutado; esto es lo que se conoce como elaborar el plan de acción. Este debe incluir las respuestas a preguntas como qué se hará, en qué orden, cómo, cuándo, con quién, con qué frecuencia, etc.
FASE 4
Aplicación de la solución y comprobación de su utilidad.
Una vez que se tiene elaborado el plan de acción, es hora de poner en práctica la solución y comprobar en qué medida funciona. Los pasos son los siguientes:
- Aplicación de la solución. Para comprobar si la solución funciona, hay que ponerla en práctica. Es en este momento cuando se pueden experimentar obstáculos inesperados ya sean de tipo ambiental o personal.
- Autorregistro. Conviene observar y registrar en un papel la aplicación de la solución y los resultados que se van obteniendo.
- Autoevaluación. Tras un tiempo suficiente de aplicar la solución, se evalúan los resultados empleando los mismos criterios y procedimiento de calificación utilizados previamente para juzgar cada solución.
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